lunes, 14 de diciembre de 2009

Amores que duelen

La historia que voy a contar, supongo la oyeron varias veces como yo, pues es bastante común.

Sarita era una chica súper pilas, alegre y amiguera, a todo el mundo le caía bien, pues siempre te estaba haciendo reír, haciéndote bromas y siendo así como deberíamos ser todos, auténticos y espontáneos.
Entró a realizar sus prácticas pre-profesionales a una conocida empresa telefónica, y rápidamente se ganó el cariño de todos, y digo de todos, pues ella no era la única nueva allí, un numeroso grupo de egresados quienes vinieron de muchos sitios debían realizar sus prácticas en ese mismo lugar.
Entre ellos se encontraba Santiago, un chico bastante tímido, y tal vez por esa extraña fuerza en que los polos opuestos se atraen se volvieron inseparables.
A pesar de que trabajaban en áreas diferentes se encontraban para almorzar juntos, o a la hora de salida, en fin, nació una bonita amistad que pronto se convirtió en amor.
Estuvieron algún tiempo siendo la parejita mas comentada del trabajo, pero luego bruscamente, ya no se les vio más juntos, cada uno andaba por su lado, y claro, hubo alguien que salió mucho más herido de todo esto.

Sarita se la pasaba llorando todo el tiempo. A su mejor amiga le contó que Santiago la dejo de un momento a otro, ella pensaba que estaban en lo mejor de su relación, pues no habían peleas, ni malos tratos, todo era felicidad, pero un día saliendo del trabajo él le dijo que ya no podía más , que la relación no podía seguir, que ya no quería estar con ella, Sarita le reclamó la razón, y simplemente le dijo que no eran compatibles, que él no se sentía bien con ella, que era mejor terminar.

Pero lo que le contó después a su amiga, era lo mas doloroso para ella, Santiago al poco tiempo de salir le pidió tener relaciones sexuales. Sarita quien era virgen, al inicio le dijo que no, pero él fácilmente pudo convencerla de lo contrario. El le prometía el cielo y la tierra, hablaba de planes, formalidades, y demás cosas que a las mujeres les encanta escuchar y las hace sentir unas princesas, las mujeres más felices de la tierra. Ella inocentemente creyó en sus palabras, sin imaginar lo que pasaría al poco tiempo.
Pero eso no fue todo, luego de finalizada la relación este chico no dejo a Sarita recuperarse, ni olvidarse de él, pues todo el tiempo la buscaba, por supuesto fuera del trabajo, pues tenia una razón, el quería y sabia que con ella podía tener sexo, ya que con lo enamorada y ciega que estaba la pobre, siempre caía en sus redes, por supuesto al día siguiente de estos encuentros, si se cruzaban en el trabajo ni la miraba. Esto hacia que ella se sintiera cada vez peor, pero por alguna razón no podía salir de ese circulo vicioso de daño y dolor.
Pasado ya mucho tiempo y cuando por fin se decidió a romper todo eso, Sarita tuvo que renunciar al trabajo e incluso irse de la ciudad, pues este hombre no dejaba de buscarla y perseguirla.

Gracias a Dios, hoy es feliz, tiene una relación sana, con un hombre bueno que la quiere y la respeta. Y solo espera no cruzarse nunca más con aquel amor del pasado que le causo mas dolor que felicidad.

¿Alguna vez estuviste envuelta o envuelto en una situación parecida? ¿Como lo superaste? ¿Por qué hombres y mujeres podemos llegar a hacer tanto daño a la persona que escogemos como compañero?

1 comentario:

  1. es cierto hay amores q duelen muchìsìmimo sobre todo el primero te enamoras como una loca y al final sufres.
    pero como me dijo un psicòlogo cuando te enamores haz de cuenta q tu relaciòn no va a durar mucho para q de esa manera estes preparada y no sufras tanto jejeje.................

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