viernes, 4 de diciembre de 2009

Una buena historia

La mayoría no recuerda como empezó todo, pero para mi hay una historia que no podre olvidar.

Mi primer beso lo di a los seis años, lo recuerdo muy bien, hasta el día de hoy, fue un amor de verano, ese año fui a vacacionar por un par de meses a las playas de Camaná, a mí lo único que me interesaba era jugar con mis amigos pero ellos estaban ocupados tratando de atraer la atención de las muchachas mayores.

Y a mí me hacían a un lado, un día me encontraba solo buscando caracoles con mi balde cerca de las peñas y sentí que alguien lloraba, era una niña de mi edad que se había caído, era bellísima sus ojos verdes me cautivaron la ayudé a caminar y llegar hasta donde estaban sus padres y de ahí nos hicimos amigos inseparables, salíamos todos los días a construir castillos, recolectar caracoles, cangrejos y todo tipo de animales que se nos cruzara por nuestro camino, ella quería ver un pulpo, lo buscamos por toda la playa y nada, es un animal muy difícil de encontrar.

Cierto día decidimos irnos muy lejos, hasta la otra playa, a ver si ahí encontraríamos el dichoso animal, yo ya había perdido toda esperanza, pero después de un largo camino entre unas posas que formaron las rocas, lo vimos, un pulpo de unos 30 centímetros, Ella estaba tan feliz, pasamos un largo rato jugando con él.

Se nos hizo tarde y la noche nos había caído, teníamos que regresar, hacía mucho frió, ella temblaba, me saque el polo y se lo dí.
Ella se acercó a mí y me dio mi primer beso en la boca, sus dulces labios se juntaron con los míos, era una sensación extraña pero a la vez agradable, me gustó muchísimo, más que el helado de chocolate, que ya era mi vicio.

Al regresar a casa sus padres estaban furiosos con ella y conmigo.
Mi madre me gritaba y jalaba las orejas pero yo no sentía nada estaba como en las nubes, con una sonrisa de oreja a oreja y eso ponía más furiosa a mi madre.

No pude dormir en toda la noche, solo esperaba que fuera de mañana para verla, cuando fui a buscarla su mamá la negó y a los pocos días ella se fue, lo único que recuerdo fue su cara triste diciéndome adiós desde el asiento trasero del carro de sus padres.

Esa fue la primera vez que me sentí atraído por el sexo opuesto, esa niña rubia de ojos verdes despertó en mi sentimientos que nunca antes había tenido y que por desgracia serian los causantes de mucho dolor y decepciones a futuro.

Nunca más volví a saber nada de ella, pero hasta el día de hoy me acuerdo de la historia y con nostalgia la imagino así, delgada y alta, siempre con una sonrisa, tímida a más no poder pero cantando en un karaoke una canción para mi.


Pero en la vida real es solo una historia, ella no volvió y yo seguí adelante, hay que pasar pagina y seguir con la vida y no quedarse en el pasado esperando encontrar a esa persona imaginaria en un bar.

Tal vez pueda aparecer en tu vida, tu media naranja, tu complemento, ella o el puede cruzar algún día tu camino, pero tienes que estar preparado y no dejar pasar la oportunidad.


Tienes que poner de tu parte, ninguna mujer o varón va a venir a tocar tu puerta mientras tú estés viendo la tele y se presentara diciendo:

Hola soy tu media naranja y quiero hacerte feliz
Aunque seria muy bueno que eso pase

Como sería que la chica de esta historia sea la del video y te diga eso.






2 comentarios:

  1. ummmm....amores de niñez, los mas puros, yo tuve uno a los seis años, con un vecinito jijiji, que recuerdos tan lindos. :)

    ResponderEliminar
  2. QUE LINDO, UNA HISTORIA MUY BELLA Y TIERNA.

    ResponderEliminar