lunes, 14 de diciembre de 2009

Simplemente María

María era una joven de 28 años a quien por azares de la vida, mandaron a trabajar a un pueblo a cinco horas de la ciudad de Tacna.
Era una chica tranquila que no había tenido mucha experiencia en las artes amatorias, y un cierto día, conoció a Juan, un chico moreno quien no era un adonis, pero supo como conquistar a la inocente María.
Aunque al principio ella no quería ceder, de tanto insistir, la pobre no tuvo más remedio que aceptarlo como su enamorado.
Maria pasó todo un año de amor sin barreras, aprendió a amar y a que la amaran, nunca fue tan feliz como en ese año, lo cual la llevo a entregarse en cuerpo y alma. Juan fue su primer hombre, en todo el sentido de la palabra.
El dato curioso era que ambos no radicaban en el pueblo, solo se veían dos semanas cada mes, pues ella era de Tacna y él de Moquegua, pero eso les bastaba, pues cuando se volvían a ver sentían que el tiempo no había transcurrido.
Maria y Juan habían convertido ese pueblo en su nido de amor, una burbuja donde se aislaban de la realidad y solo eran los dos, una pareja que convivía y se sentía feliz.
Al menos ese era el pensamiento de Maria
El problema se presentó cuando ella quiso formalizar la unión como Dios manda y él siempre ponía la excusa de que no creía en el matrimonio ya que provenía de una familia divorciada y decía que no conocía a ninguna persona que sea felizmente casada.
Pero cuando amas a alguien no puedes tenerlo en secreto, así estés en un pueblo alejado, quieres gritarlo y contarlo a todo el mundo.
Después de un año, el amigo de una amiga conocía a una persona quien conocía algo más de Juan, resulta que este chico y sus viajes continuos tenían cierto motivo. Juan era casado y tenia dos hijas, bueno ese era el rumor que llegó a oídos de María, el cual la puso sobre aviso.
Pero como toda mujer enamorada primero le preguntó a su hombre si era cierto, Juan por supuesto negó todos los argumentos y ella le creyó.
Al parecer ahí acababa la cosa, pero como María era una chica muy buena y era querida por mucha gente, no podían dejar de pasar este rumor y llegaron al fondo del asunto y lo que empezó como un chisme se transformó en una pesadilla.
Juan verdaderamente era casado y tenia dos hijas en la ciudad de Moquegua, y para que ella se convenciera le tomaron fotos y llevaron más pruebas.
A Maria se le vino el mundo encima y cuando volvió a encarar a Juan el tuvo que aceptar que si era cierto, obvio, si ya tenían todas las pruebas.
Pero el muy maricón cambió la versión, le dijo que su vida era un infierno hasta que él la conoció, que su esposa era el demonio y que él solo estaba con ella por las niñas, el blablabla de costumbre.
Y ella le creyó.
Así siguió la historia…
Conflictos y peleas que terminaban en lo mismo, ella le creía, ella lo amaba.
Maria siguió con él cinco años más, con la promesa solemne que Juan cada año le hacía: Me voy a divorciar y nos vamos a casar y vamos a ser muy felices.
Cierto día, Maria fue a un ginecólogo para hacerse tratar de una infección que el desgraciado de Juan le pegó por andar con prostitutas o con quien sabe dios. Y el ginecólogo le dio la noticia a María de que ella ya no podría quedar embarazada, ya no podría tener la dicha de ser madre.
Destrozada por la noticia fue donde Juan que se encontraba borracho y luego de escucharla le respondió:
¿Y quien quiere tener hijos contigo si yo ya tengo tres?
Ahora hazme de comer y dame plata que me voy con mis amigos.
Maria se suicidó un jueves por la tarde. Y el hombre a quien tanto amó no fue a su entierro y jamás dejó una flor en su tumba.

Por favor amiga
No caigas en el error de María
Y tu amigo no seas tan mierda de fregar así a una flaca, la vida da vueltas y tarde o temprano la vas a pagar.


4 comentarios:

  1. Cuando no los hombres burlandose de aquellaas mmujeres inocentes triste realidad.

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  2. Me gustaria q tus historias no sean tan tristes

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  3. Estas historias..son tristes pero pasan....desgraciadamente a veces se aprende de estas experiencias..si es que no sucumbes en el intento...espero q lo consideren..

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  4. tan tristes las historias!... pero de ke suceden SUCEDEN!

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